Así que, cada Domingo a las 6:00 am, la película terminada debía revelarse, y el productor del canal debía llevarse el rollo en tren bala para entregarlo en Osaka. La estación clave de emisión estaba en Osaka, y desde ahí se transmitía a las cadenas en Tokio y luego a todo el país. Sólo para esto, el productor tenía que ir a trabajar todos los Domingos, y correr a la prefectura él solo. Así fue hasta que terminó la serie, pero nuestro productor nunca se quejó, y siempre nos permitió manejar el contenido de la serie por nosotros mismos. Aún le estoy agradecido por eso, pero luego supe que siempre estaba listo con una serie de relleno cada semana, en el caso de que el episodio no llegara.

Cuando el episodio siete estuvo terminado y con los diálogos grabados, el mensajero olvidó el rollo de película en el tren –lo dejó ahí mientras volvía al estudio. La fecha de emisión era en tres días, así que nos dispersamos para buscarlo, pero al parecer alguien lo había tomado, y no pudimos encontrarlo. Tuvimos que reimprimir la película, y editarla de acuerdo a la pista de diálogos. Pero, extrañamente, las pistas de audio y video nunca concordaban, sin importar lo que hiciéramos. Tuvimos que usar película sin sincronizar, y regrabarla luego. Un mes más tarde, el rollo perdido apareció en un basural.

Como ustedes saben, los jóvenes de entonces siguieron trabajando en varias series diferentes. Quizás de hecho nos burlamos de las jerarquías tradicionales de la industria de la animación, y no sé si eso fue bueno o malo. Pero, como el productor del canal de televisión me dijo, “Si reuniéramos a las mismas personas hoy, no creo que seríamos capaces de hacer la misma serie de nuevo. Fueron los tiempos los que nos permitieron hacerlo”. Yo creo que tenía razón.
Que increibles anecdotas! Ahora cada vez que vea Macross posiblemente lo vea diferente.
ResponderEliminarEste es el final del artículo? Sigue con cosas asi por favor!!
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