sábado, 17 de septiembre de 2011

Anime, Poder Blando y Taoísmo

Hoy encontré este artículo en el blog de la investigadora británica Helen McCarthy (autora, entre otras obras, del excelente libro "The Art of Osamu Tezuka"), y no pude contenerme. Tenía que traducirlo y compartirlo de alguna manera.

Quedé extremadamente sorprendido por su habilidad para conjugar elementos políticos, culturales y religiosos en un argumento absolutamente aplicable a nuestros tiempos, tanto pasados como presentes. Relacionar el concepto de Poder Blando con la doctrina taoista no sólo no me parece rebuscado, sino que se refiere a algunas de mis creencias más profundas, las que además me he visto obligado a recordar, e intentar poner en práctica durante los últimos días, ante situaciones conflictivas de carácter laboral.

Quizás aparece exagerado entregarle a la cultura pop un rol de salvador de la unidad global, pero sus ejemplos dan cuenta de una cultura común a nivel mundial, y son aplicables en su totalidad a nuestro país (y me atrevería a afirmar que a Latinoamérica completa). Los únicos ejemplos que puede que no le suenen a un latino, también los vimos cuando niños: Force Five es el equivalente norteamericano de Festival de Robots, y Star Blazers (si bien no tuvo el impacto que tuvo en los E.E.U.U.) fue exhibida en latinoamérica como Nave Espacial, además de ser la serie sobre la que se contruye la cultura otaku en Japón.

Por lo demás, sigue sorprendiéndome sobremanera como, sin quererlo, Macross (la original, por supuesto) sigue apareciendo en cualquier debate sobre el impacto cultural del anime. Su propia premisa parece comentar al respecto con una extraña claridad, casi constituyendo una metáfora sobre la expansión del anime en el mundo.

En resumen, un texto lleno de matices e ideas. Ojalá lo disfruten.

El Poder Blando del Cool Japan En Acción.
por Helen McCarthy, publicado el 17 de Septiembre del 2011, en su sitio web "A Face Made For Radio"
Artículo en su idioma original, aquí.

El grupo de j-pop SMAP se presentó en Beijing el 16 de Septiembre pasado, su primera actuación internacional en sus 23 años de carrera. La demora en visitar a su legión de fans en China no se debió a una falta de apoyo o popularidad: fue de tipo política. Intentos previos se habían frustrado debido a la siempre tormentosa relación entre Japón y su vecino más poderoso. Esta vez fue posible gracias a una combinación de desastres, buena voluntad y “poder blando”.
China fue generosa al momento de ayudar luego del terremoto y tsunami de Japón en Marzo de 2011. Muchas fuentes en China relacionaron esto con la ayuda que Japón prestó a China luego del terremoto en Sichuan el año 2008. El lema del espectáculo – “Ánimo Japón, Gracias China, Asia Unida”- fue cuidadosamente calculado para acentuar lo positivo, insinuando a una Asia unida: ninguna nación está dispuesta a desperdiciar tiempo y dinero en repetir errores históricos.

Por lo demás, el balance de poder en este momento no es totalmente favorable a China, a pesar de su inmenso poder económico, su riqueza en recursos naturales y su enorme territorio. Su pequeño vecino ejerce una influencia global aún más importante que su (aún considerable) poder económico, gracias a una combinación informal y aleatoria de juguetes baratos y entretenimiento pasajero, apenas conocida e incomprendida por la clase política y los poderosos del Japón.

Hakujaden (1958)
El primer uso calculado de poder blando en Japón viene de un estudio cinematográfico. La película animada de Toei Hakujaden: La Leyenda de la Serpiente Blanca, de 1958, estaba basada en una leyenda china, con un énfasis deliberado en exportarla a un país que alguna vez fue enemigo. Asimismo, también se pudo vender a otro país enemigo, convirtiéndose en el primer anime de post guerra exhibido en Estados Unidos, en 1961, con el título Panda and The Magic Serpent.

Los dibujos animados y comics japoneses – anime y manga – lentamente se expandieron por Asia y Occidente, convirtiéndose en un objeto de culto, pero principalmente a través de su popularidad con niños que llamaban a estos héroes por sus nombres locales. Los niños estadounidenses que vieron Force Five y Star Blazers no tenían idea de que estas caricaturas se creaban al otro lado del mundo, a menos que pusieran especial atención a los créditos.

 
Quizás esto se deba en parte a que muchas series de anime tienen una inspiración multicultural, accidentalmente adaptadas para un estatus de afición mundial. La heroína de Candy Candy, adorada por niñas alrededor del mundo, es nacida en Estados Unidos y educada en Inglaterra. Niños árabes se entusiasmaron con el romance y drama de la corte francesa en La Rosa de Versalles. La Abeja Maya, una serie infantil de 1975 basada en una novela alemana, ha sido doblada a más de 40 idiomas y exhibida en todos los continentes, con excepción de la Antártica. Grupos musicales, juegos y artes gráficas japonesas también han entrado a un escenario global, respondiendo con entusiasmo a influencias del exótico e inescrutable Occidente.

Logo de la iniciativa "Cool Japan"
Pero la cultura pop japonesa sólo se convirtió en un fenómeno genuinamente global cuando las conexiones a internet de banda ancha se volvieron fácilmente disponibles en los países del primer mundo, y la cultura joven adoptó al anime, manga y videojuegos de Japón como un signo de ser cool. El periodista norteamericano Douglas McCray fue el primero en llamar a esta tendencia Cool Japan. Debieron pasar ocho años más para que el gobierno japonés apoyara esta idea. Hoy en día, Cool Japan tiene un logo y una página web.

Otro estadounidense, Joseph Samuel Nye Jr., es generalmente considerado como el pionero de la teoría del Poder Blando, a fines de los 80’s. Ese reconocimiento es, en sí mismo, un ejemplo de poder blando en acción. El poderío militar y económico de los E.E.U.U. puede que dominaran buena parte del mundo en aquellos años, pero su hegemonía cultural era aún más extensa. La Coca-Cola, Levi’s y el rock & roll eran valiosos en partes del mundo en que la bandera estadounidense tenía el mismo valor que el papel higiénico.

Lao Tzu
Nye adoptó el concepto de fuentes muy anteriores a él. El filósofo chino Lao Tzu, quien vivió en siglo 7 A.C., es ampliamente reconocido como el autor del siguiente párrafo: “El agua es fluida, suave y blanda. Pero el agua es capaz de gastar una piedra, que es rígida y dura. Como regla, aquello que es fluido, suave y blando prevalecerá sobre lo rígido y duro. He aquí otra paradoja: lo suave es fuerte”.

Pero, Lao Tzu también escribió “Los hombres nacen suaves y blandos; muertos, se vuelven duros y rígidos. Las plantas nacen tiernas y flexibles; una vez muertas son quebradizas y secas. Así, quien sea rígido e inflexible es un discípulo de la muerte. Quien sea suave y flexible es un discípulo de la vida. Lo duro y rígido se romperá. Lo suave y blando prevalecerá”.

Por esto, el poder blando no es sólo un método de desgastar la oposición; es una forma para promover y preservar a vida. El poder convencional –militar y económico- tiende a ser coercitivo y destructivo, rápido y altamente visible. Bombardear una nación hasta dejarla en la Edad de Piedra elimina toda oposición inmediata y envía un fuerte mensaje a otros interesados. Comprar todos los activos de un país, o deprimir los precios de sus cosechas en los mercados mundiales, esclavizándolos en la práctica, funciona de la misma manera. Pero su efectividad a largo plazo es cuestionable. La coerción y la destrucción son costosas, tanto en psicológico como en lo económico, y pueden convertirse en una estrategia estándar, autocomplaciente y autodestructiva. El corto animado de Katsuhiro Otomo Cannon Fodder (Carne de Cañon), parte de su antología animada Memories, constituye una fuerte denuncia en contra de la dependencia armamentista.

Los obvios beneficios del poder blando son muy persuasivos: se puede promover sin acciones agresivas, es idealmente adaptable a los medios de comunicación masivos, y en vez de costar una fortuna puede finalmente generar ganancias. En 2009, los gastos derivados del sistema de defensa de misiles Trident que tiene Gran Bretaña (de fabricación Estadounidense), fueron estimados en 3.2 millones de libras esterlinas al año, durante los 30 años que ha estado en funcionamiento. Ese mismo año, en un mercado alicaído, la industria de los videojuegos ganó 19,6 billones de dólares en los E.E.U.U.

La cultura pop japonesa se internacionaliza.
La música, juegos, moda, anime y manga están llevando ganancias a Japón, y promueven de manera simultánea la idea de que los japoneses son bastante cool: no el tipo de personas que quisieras matar. Eso no vuelve al poderoso vecino del Japón menos impredecible, o su historia común en algo menos confrontacional, pero convertir a los pueblos en buenos vecinos que se ayudan mutuamente en tiempo difíciles es mejor que estar discutiendo sobre la propiedad de un mar que podría destruirlos en cualquier momento.

Con lo terribles que pueden ser en las manos equivocadas, nadie ha muerto por una ráfaga implacable de canciones pop. Quizás en el nuevo milenio, así como en el romántico futuro de la space opera de 1982 Superdimensional Fortress Macross, podamos usar la música – y juegos, dibujos animados, o cosplay – para, en cambio, salvar el mundo.

1 comentario:

  1. Gracias por tu comentario!! Es muy bagradable saber que hay lectores que disfrutan los artículos. Saludos!

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